Si hay un lugar que es capaz de darle un vuelco a tu vida, les aseguro que es Nueva Zelanda. Nunca había planeado ir, la verdad, no estaba en los planes. Pero en cuanto nos pusimos a investigar de qué se trataba este viaje, la perspectiva cambio totalmente.

Como dicen, un viaje se disfruta al planearlo, al vivirlo y al recordarlo. Y ya desde el inicio fue un camino de ida en esto de aprender a disfrutar de las pequeñas y hermosas cosas que nos van pasando. Estuvimos 24 días recorriendo: el plan inicial era alquilar un auto para poder visitar la Isla Norte, cruzar en ferri hacia la isla Sur y continuar el camino. Pero en nuestro segundo día hubo un terremoto que nos desconfiguró la segunda parte del viaje, que habíamos destinado a la Isla Sur.
 
Lo que hicimos entonces fue estar más tiempo en el Norte y luego nos tomamos un avión a Queenstown, que está en Isla Sur y no tuvo inconvenientes luego del terremoto.
Voy a dividir este relato en dos: aquí van a encontrar nuestro recorrido por la Isla Norte, en un próximo post, los días en el centro de la Isla Norte y el final del viaje en Queenstown.
Vidaenviajee

ISLA NORTE

Auckland: Nuestro avión llego a Auckland de madrugada, asique después de un buen desayuno, tomamos el bus que te lleva hasta el centro de la ciudad. El hotel que reservamos (Alvion) estaba super bien ubicado: pudimos manejarnos caminando todo el tiempo y aprovechar para recorrer a cualquier hora la ciudad.
 
Nuestro mayor inconveniente fue la lucha contra el Jetlag. La realidad es que no habíamos hecho viajes tan largos, y fue una bomba para nuestro cuerpo adaptarse al cambio horario. Lo sufrimos mucho cuando llegamos a Nueva Zelanda y cuando regresamos a Argentina también (y yo diría que mucho más). 
 
La mejor idea que tuvimos para batallar contra el Jetlag y no morir en el intento, fue llegar al hotel y salir a caminar. Recorrimos los alrededores y desayunamos por tercera vez en Starbucks, miramos como iban decorando todo para Navidad y empezamos a familiarizarnos con este gran cambio cultural. 
 
Una vez que la ciudad empezó a despertar, nos decidimos por comprar los tickets del Hop on Hop off para poder aprovechar el día y no dormirnos en el intento. Ya habíamos hecho este recorrido en Europa y la verdad es que lo súper recomiendo. Al tener varias paradas y tramos en sus recorridos, podes elegir y disfrutar del punto de la ciudad que mas te interese.
 
El Hop on Hop off tiene dos recorridos: azul y rojo, y lo hicimos todo!
Nos subimos en el puerto de Auckland y fuimos hasta la primer parada que es Parnell Rose Garden, una plaza gigantesca (en serio) con vista al pacífico. 
 
Tuvimos la suerte de visitar este lugar un domingo, por lo que, ademas de apreciar los rosedales imponentes que tiene, pudimos ver los artistas que visten la plaza: malabaristas, pintores y un sinfín de actividades para pasar el día de una manera increíble. Del otro lado, caminamos entre los foodtrucks que te invitaban a estirar el paso por Rose Garden. 
 
Desde aquí, tomamos nuevamente el bus hacia el museo de Auckland, donde pudimos conocer un poco más sobre este pueblo gracias a la exhibición que relata a través de las muestras de arte y armaduras su historia. El museo consta de tres pisos y varias muestras de música, teatro y fotografía acompañan la dinámica diaria.  
 
Entre estas muestras, hay algo que no compartimos, y que por lo tanto no recomiendo hacer: ver la exposición del Haka que realiza el pueblo Maori dentro del museo, ya que no resulta una representación de lo que son sus costumbres y cultura, sino una adaptación dentro de un espacio muy reducido de lo que eran como pueblo y luchadores. En Nueva Zelanda, sobre todo en lo que es la Isla Norte, el pueblo Maori está presente en sus calles, caminando, trabajando, pero muy alejados de lo que fue su realidad alguna vez. 
 
Nuestra tercer parada fue Eden Garde, otro hermoso paseo rodeado de flores y vegetación típica de Nueva Zelanda. Almorzamos aquí, al sol, y recuperamos un poco de energía luego de tanto trajín histórico y largas caminatas. 
 
Desde el Eden Garden, nos dirigimos hacia Mount Eden. Aquí me entere que en la Isla Norte se encuentran la mayoría de los volcanes de Nueva Zelanda. Tienen forma de cráter, por lo cual estar ahí es una experiencia maravillosa y sorprendente. Otro dato interesante para contarles es que, al estar cerca del anillo de fuego del Pacifico,  en la union de dos placas tectónicas, la actividad sísmica de este país es altísima. 
El Mount Eden es uno de los mas altos de la zona, presentando una vista panorámica de la ciudad alucinante. 
 
Terminamos este primer día visitando Parnell Village, que tenia la mayoría de sus locales y negocios cerrados a causa de la hora y el día. 
Para tener en cuenta: en la Isla Norte a las 17hs, esta todo cerrado. Salvo locales de comida y algún que otro centro especifico, excursiones y negocios cierran sus puertas. Caminamos entonces un rato por esta parte de la ciudad y decidimos volver al hotel para descansar. 
 
El segundo día comenzó bien movidito y a las 4am. Por empezar, nos encontró batallando contra el Jetlag, mirando series y esperando que se haga de día para poder arrancar. En eso estábamos cuando comenzamos a recibir llamadas y mensajes de nuestra familia y amigos que se habían enterado del terremoto. Hasta ese momento, nosotros no sabíamos nada de nada. Como nuestro viaje comenzó por la Isla Norte, por suerte no nos afectó lo que estaba pasando. En realidad, solo tuvimos que reconfigurar la segunda parte del viaje, por suerte nada grave ni que no se pueda resolver. 
 
Luego de tranquilizar a nuestra familia, comenzamos el día caminando por la ciudad: descubrimos que  dentro de cada galería hay un mundo que conecta las diferentes callecitas. Es una ciudad hermosa, no se escucha el ruido de los autos ni se siente la contaminación. 
 
Descubrimos, gracias a salir a caminar bien temprano, que al ingresar a una galería o local hay un mundo entero por descubrir. Cada callecita peatonal te lleva a un lugar diferente: con locales gourmet de otro países, barberías o negocios de regalos a sus costados. Si son de los que se animan a continuar el recorrido que cada calle te invita a transitar, van a poder encontrarse (como nos paso a nosotros) con parques que parecen de ensueño. 
Esto fue lo que más nos impacto: salir de una galería y encontramos con una plaza. Atravesar la plaza, y encontrarnos con una calle en pendiente llena de barcitos para descansar. Auckland nos gusto tanto que decidimos pasar los últimos dos días de viaje otra vez en la ciudad. 
Vidaenviajee

Waiheke

Caminando por la calle principal, se llega al hermoso puerto de Auckland, desde donde se puede tomar el ferri para cruzar y pasar el día (o varios días) en sus diferentes islas. Nosotros fuimos a  Waiheke. Son más o menos unos 20/30 minutos en ferri para cruzar. La isla tiene diferentes alternativas para recorrerla, nosotros decidimos alquilar un auto y pasar el día disfrutando desde la carretera las hermosas vistas y playas. 
 
Comenzamos el recorrido por Oneroa Bay, una playa hermosa donde estuvimos un rato caminando entre las piedras, mirando el paisaje sin nadie a nuestro alrededor y hasta pudimos hacer FaceTime con mi hermana para mostrarle lo que estábamos viviendo. Porque realmente era todo demasiado hermoso. 
 
Un rato después, nos dirigimos en el auto hacia  Onetamgi Beach para almorzar unas  hamburguesas increíbles frente al mar. Para relajarnos un poco de esta panzada, manejamos  hasta Rocky Bay, donde pudimos  descansar un rato con esta maravillosa vista.

Nuestro día terminó en un hermoso viñedo: Stony Ridge. Después de caminar un rato por las instalaciones, nos sentamos en unas mesitas en el pasto y probamos un Sirah que estaba increíble. Acá nos quedamos unas horas, disfrutando del ambiente, la música y la vista maravillosa que tiene el viñedo. 

Para tener en cuenta: el barco se nos iba alrededor de las 18hs, y como no teníamos planes de pasar la noche aquí, fuimos a devolver el auto y esperar en el muelle para partir. Como les comenté, en Nueva Zelanda a eso de las 17hs todos los locales (salvo los de comida) cierran sus puertas. Nos encontramos muchísimas veces con paisajes desolados, pero así es su costumbre. Lo bueno de saberlo de antemano es poder organizar el día con anticipación y no quedarte varado o sin poder visitar algún lugar. 

Vidaenviajee

Whangarei

Comenzamos el tercer día en la ruta rumbo a Whangarei, un pueblo pequeño sin mucho atractivo turístico. 
 
Lo más lindo de nuestra estadía fue el hostel donde reservamos: Little Earth Lodge, ubicado lejos del pueblo y por un camino que salía de la carretera montaña abajo. Desde aquí planeábamos hacer las Whangarei Falls, pero el clima no nos ayudo. Pasamos nuestro único día aquí caminando por el puerto, y descansando. Este día fue el que mas sufrimos el Jetlag, asique aprovechamos para hacer cura de sueño y levantarnos con otras pilas el cuarto día. 
Vidaenviajee

Paihia

Cuando volvimos a la ruta rumbo a Bay of Island, no esperábamos encontrarnos con paisajes semejantes. La Isla Norte es realmente maravillosa: playa, montañas y pueblos atragantes te llenan la vista de cualquier día. 
 
Paramos el auto en el ingreso a Paihia para comprarnos un cafe y sentarnos a admirar el lugar. No podíamos creer la maravilla de lo que estábamos observando. Estuvimos un rato sentados, caminamos colina arriba y nos subimos al auto para dirigirnos al hotel. Dejamos las cosas y salimos a caminar un rato mas.
 
Una vez en el puerto, decidimos tomar uno de los ferris que salía hacia Russell, una de las islas que forma parte de Bay of Island.  De este lugar sí que nos enamoramos!. Como no teníamos mucho tiempo (ya era medio día) caminamos un largo rato para conocer un poco el lugar y sentarnos a almorzar frente al agua. Decidimos aprovechar la tarde para hacer otro recorrido por el pueblo, y volver aquí otro día con un poco más de tiempo. 
 
Por la tarde, nos dirigimos hacia las Haruru Falls. Como nos paso varias veces, ya estábamos atrasados para hacer la caminata entera (5km) que une las Falls con el otro extremo del pueblo, asique hicimos la mitad del recorrido, que es una caminata simple atravesando el bosque y nos quedamos un largo rato admirando estas cataratas que son muy hermosas. Luego de la caminata, volvimos al pueblo  para poder terminar el día tomando una cerveza mirando el maravilloso atardecer. 
 
Nuestro segundo día en Paihia nos atrapo con lluvia, decidimos entonces agarrar el auto y dirigirnos hacia la parte más norte de la Isla: Kaitaia y Cape Reinga. Desayunamos en el primer pueblo, muy solitario y sin mucho para hacer y luego nos dirigimos a Cape a ver el faro.
 
Una de nuestras primeras ideas fue dormir en Kaitaia, pero luego cambiamos por hacer base en Paihia y dirigirnos hacia el norte en auto para pasar el día. No soy pueblos muy lindos como para pasar la noche, asique les recomiendo que hagan noche en Paihia y visiten durante el día el faro.
 
El clima no nos acompaño. Bajamos del auto y el viento era tremendo, por lo cual no pudimos acceder al camino que nos llevaba hasta el faro, logramos hacer apenas unos pasos pero tuvimos que regresar porque las condiciones climáticas eran muy muy malas. Logramos sacar unas pocas fotos y volvimos a Paihia a sentarnos nuevamente a tomar cerveza frente al mar, relajándonos y disfrutando un poco de la ciudad.  Dato para los amantes de la cerveza: en Nueva Zelanda es increíble!! les recomiendo tomar una en cada pueblo que visiten. 
El ultimo día en Paihia fue alucinante: una vez que salió el sol, pudimos hacer una de las excursiones más hermosas que hemos hecho: el crucero a Motukokako Island. 
 
La excursión comenzó con un largo recorrido por el Pacifico para llegar a Hole in the Rock. Como su nombre lo indica, es un agujero en una roca en el medio del océano. Realmente impactante. El barco se va acercando hacia la roca lentamente, para pasar por su centro y terminar del otro lado en camino a un avistaje de delfines. Un rato después, pudimos ver a estos amigables animales rodeando el barco. 
 
Luego de esta increíble experiencia, el barco se dirigió hacia Urupukapuka Island. Allí pudimos apreciar uno de los mejores paisajes que he visto en todo Nueva Zelanda: el color del agua ya lo ven, es de un turquesa impactante. 
 
Desde aquí se ve la inmensidad de estas aguas, sus montañas y su hermosa vegetación. El barco paro aquí tan solo un rato, para que caminemos un poco y luego nos dejo nuevamente en Russell. 
 
Una vez en Russell, nos dirigimos a almorzar a uno de los mejores restaurantes que tiene la Isla: The Duke Of Marlborough Hotel. Es un hotel antiguo y muy hermoso frente al agua, allí probamos la mejor comida de la isla, un bife acompañado de choclo y papas. Siempre tenemos esa comida o excursión que decimos “vale la pena el gasto”. Este es el caso, no hemos probado algo mejor todavía!
 
Nuestro día termino recorriendo esta isla un poco más, aprovechamos para alejarnos un poco de la costa y recorrer sus locales, callecitas y pequeños monumentos históricos. Una vez caída la tarde, volvimos al hotel para descansar, ya que al otro día comenzaba nuestra aventura hacia el centro de la Isla Norte, cosa que les contare en el próximo post!
Precios de excursiones:
Bus del aeropuerto al centro de Auckland: 18 Usd (c/u)
Hop on Hop off  Auckland: 45 Usd (c/u)
Ferri Waiheke: 25 Usd (c/u)
Auto en Waiheke: 89 Usd (más 10 Usd de nafta)
Excursión Hole in the Rock: 100 Usd (c/u)
Compartir en:

Otros Artículos